11/30/2006

 

Púa y Gamoneda

El Zagloso y el Cervantes y las casualidades

(Se recomienda leer lo que sigue con el tono de la voz en off de la Pantera Rosa, esa que reprendía tanto. El Zagloso en este caso, hace de Pantera Rosa)

Se te ve contento, puoso. ¿Ah, que no lo sabes? Le han dado el Cervantes a uno que citaba ayer.
(El Monotrema pone cara de sorpresa primero y luego de ilusión, mientras sacude la cabeza de arriba a abajo)

¡Oh no! Puoso absurdo, no es la Perri, ¡
Gamoneda!, Antonio Gamoneda.

(El Monotrema primero pone cara triste y luego comienza a dar saltos de alegría)

Sí, ya sabía que te iba a gustar. Siempre te gustó mucho Gamoneda. ¿Qué no es por eso? ¿Dónde vas? ¿Qué buscas? Sí, es un libro. Ya veo, ya, es El Libro del Frío, de Gamoneda. Sabía que tienes ese libro, monotrema, tienes la obra completa. ¡Ah, que está firmado! ¡Primera edición y firmado! Pillastre, se lo querrás legar a tus nietos... ¿Dónde vas? ¡No corras a la librería todavía!

(¡Qué grande era la Pantera Rosa! y, en serio, Gamoneda es un grande, no se si para el Cervantes, pero hace años que descubro cosas leyéndolo)


 

Blues con las manos en los bolsillos

Zagloso lleva las manos en los bolsillos
es una mañana de invierno.
Lleva bien calientes los dedos en los bolsillos
hace sol, hay escarcha y sale el frío
pero el monotrema camina contento
porque lleva las manos en los bolsillos.

Hace ya tiempo que aprendió
que primero el frío te coge de la mano
después de cogerte la mano te hiela la razón
por eso es bueno llevar las manos en los bolsillos
por eso, si no tiene bolsillos
el Zagloso usa guantes.

No seas equidna y atiende este blues
si un día te alcanza el frío
si una noche te congela de verdad, nena
¿quién te va a volver a calentar?

 

Zagloso roca blues

Sí, sí, sí, sí, hoy soy duro hoy soy roca
no, no, no, no, nada llega a mi interior
Hoy Zagloso es pura dura roca
sin duodeno ni corazón.

Hoy no necesito mis púas
ninguna defensa quiero yo
sí, soy fuerte, sí soy roca
no te tengo miedo, amor.

Si te cruzas conmigo cambia de acera
te lo advierto corazón
soy una dura y fría roca
o te partes tú o rompo yo.

Los blues del Zagloso están inspirados en Howlin´ Wolf, Gamoneda, y la Perri. A lo largo del día el Blues de las manos en los bolsillos.

11/29/2006

 

Una ronda para: Anómalo

El Zagloso casi se queda en Garachico y el Anómalo lo recuerda

El Zagloso y el Anómalo viajaron al ente archipielágico pre-americano (Canarias), donde fueron recibidos con infinita comprensión y hospitalidad por el monotrema de las galaxias y la única canaria con acento italo-suizo que se conoce, a los que desde aquí, desamos que se hayan recuperado ya de los posibles traumas provocados por la visita y mandamos un abrazo. Allí, además de ver ballenas, pasaron otras cosas que el Hombre Invisible narra a continuación, más que nada porque me debía uno. La bonita foto del Invisible tomando un barraquito es obra del monotrema.


Glorioso en su adversidad

Canarias es el lugar del que ha salido Arístides Moreno y una cosa llamada barraquito, que ni es un postre, ni un café ni un copazo, pero es todo a la vez:
- A ver qué me queda por la cocina… café… leche condensada… licor… leche…limón, venga, y canela.
- Y ¿cómo piensas llamar a eso?
- Kinder sorpresa.
- Er…
- ¿Flameado de Moe?
- ¿Pero te piensas beber eso?
- Bueno, pues barraquito.
Al Anómalo este tipo de guarradas le encantan, así que disfrutó como un señor de escasa estatura del caf… del postr… del cop… Lo descubrimos en el mirador de San Pedro, que es como el principio de Falcon Crest, pero con plataneras. Y todo con menos prisa. Vamos, que la serie hubiera durado el doble. Falcon Crest en Tenerife hubiera sido como un partido de Campeones. Nos perdimos en disquisiciones de alto nivel intelectual:
Anómalo: Mira, Zagloso, un drago solitario.
Zagloso: Sí que es solitario, sí.
Anómalo: Y drago.
Zagloso: Es un drago solitario, sin duda.

Y así hasta que algo más llamaba nuestra atención:
Zagloso: ¿Te has fijado que los dragos siempre están de uno en uno?
Anómalo: Son solitarios.
Zagloso: Y dragos.

Porque cuando el Zagloso y el Anómalo están de vacaciones, están de vacaciones.
Finalmente retomamos el camino a Garachico, un sitio famoso por el puerto… que no tiene. Fue destruido por una erupción volcánica hace 300 años, que convirtió su bahía en una "rada insignificante", según explicaba una placa. ¿Qué forma de promocionar el turismo es esa? Imaginen que al responsable de esa placa lo soltaran por Roma: "pues antes esto era la capital de un Imperio, pero ahora lo tenemos todo hecho una mierda".

El Zagloso y el Anómalo buscaron pruebas de la conmemoración del tercer centenario con la Fura dels baus haciendo erupciones o por lo menos el proyecto de un parque temático tipo Terra Quemada o Port Atomarporculo. Lo único que hallaron fue el escudo de la localidad en el Ayuntamiento con el lema: "glorioso en su adversidad".

Zagloso: Anómalo, creo que me quedo en Garachico.
Anómalo: ¿Te vas a quedar aquí solo?
Zagloso: Y drago.
Ojo, no se engañen: lo que sea con tal de no volver a pisar la T4.

11/28/2006

 

Ye de Yellowstone

El Zagloso a veces se siente muy poco asturiano

Claro, parece lo suyo que un ser que vive en Papúa se sienta poco asturiano, pero lo habitual es que los monotremas nos sintamos extraña e inexplicablemente hermanados con Asturias. Hay días que no. El Principado acaba de adoptar a Yogui, en lo que parece una traición clara al oso
regicida. Eso sí, según se ve, parece claro que Boo Boo es de Babia. Me están entrando unas ganas de comer fabes con almejas más bobas.

11/27/2006

 

Donna me pone

El Zagloso es muy Toby Ziegler, pero...

Quizá a alguien le pueda parecer pueril, pero el Zagloso y otros amigos suyos aún más respetables que él discuten durante largas horas sobre El Ala Oeste de la Casa Blanca. Acompañadas por generosos tintos y aún más generosos copazos, - y aquí está lo pueril- las discusiones terminan distribuyendo entre los mutuos conocidos los distintos personajes de la serie, en la más genuina tradición de "me lo pido" aprendida en patios de colegio.

El Zagloso,se ve muy Toby Ziegler (jefe de comunicaciones), sobre todo por lo mascullante del personaje. Al monotrema le encanta refunfuñar y jurar en hebreo cuando algo lo contraría. Una vez que esto ha quedado claro, comienza la discusión por Josh Lyman (ayudante del jefe de gabinete). Al puoso le parece muy raro este gusto por un personaje que considera, con toda justicia, un auténtico mameluco. ¿Por qué? Verá, es que al Zagloso le mola mucho Donna Moss (su ayudante, Janel Moloney en la vida real). Es inteligente, viva, leal, tiene la mala leche justa y además, para qué negarlo, está bien buena. Pues el cenutrio de Josh nada (hasta la séptima temporada). Y no es que no le guste, es que es un cebollino. Vean, los siguientes diálogos:

Josh: Si tuvieras un accidente no pararía a tomar una cerveza.
Donna: Si tú tuvieras un accidente, yo no pararía en los semáforos.
Bien Josh, ¡reacciona!

Donna: Tienes que hablar con él.
Josh: ¿Por qué?
Donna: Porque si no va a pensar que estoy loca.
Josh: Puede, pero no le importará.
Donna: ¿Por qué no?
Josh: Los tíos salen con cualquiera.
A ver tío, ¿eres idiota?, ¿cómo le dices esa burrada, cacho mameluco?

Josh: Te lo dije, te lo pregunté, sí, te lo pregunté. Te dije ¿quieres comer?
Donna: Sí
Josh: Y tú dijiste: "no, no quiero comer nada"
Donna: Sí
Josh: Y ahora te comes mi comida.
Donna: Me alegro de que te hayas dado cuenta ya.
Josh: ¿Te piensas comer el resto del sandwich?
Donna: ¿Te lo vas a comer tú?

Me gusta tanto ella... El Zagloso cree que se merece a un tipo brillante y mascullante como Toby y no a un chulito insulso con cara de bueno como Josh.

11/26/2006

 

Cadenas

El Zagloso se siente libre del todo durante cinco minutos más o menos

El monotrema sostuvo su móvil con la mano izquierda. Con la derecha retiró la tapa y después la batería. C-u-i-d-a-d-o-s-a-m-e-n-t-e sacó la tarjeta sim y la colocó segura en la cartera. Todo esto muy despacio. Volvió a montar el teléfono y lo posó en el suelo. El Zagloso dio un paso atrás, apoyó todo su peso en la pata trasera izquierda y en ágil movimiento se proyectó contra el aparato. Con furia pisoteó el móvil una y otra vez hasta que la pieza de mayor tamaño ya no superaba el centímetro.

Ya tranquilo se sentó sobre la acera y observó los pedazos de aquella cadena durante cinco minutos. Hacía frío. Con tanta conciencia medioambiental como cuidado, recogió los trocines para depositarlos en el contenedor adecuado. Después cogió el móvil nuevo, introdujo en él la tarjeta sim y lo encendió. A los cinco minutos le llamaron de la oficina; todos los lunes desde el big bang le golpearon en la cabeza.

11/24/2006

 

¡Canalla!

Lleva el Zagloso descojonado con esto una semana entera

El Zagloso no es muy de Faemino y Cansado, pero con esto lleva una semana doblado de la risa. Lo bueno comienza hacia el minuto cuarenta y cinco segundos:

- Nos ha salido un grano
- En el culo
- Anibal
- ¡Ese canalla!
- Canalla, es un canalla
- Bueno, es un canalla, pero entre nosotros reconozcámolo. Como estratega es... como estratega es para descubrirse. El cuatro cuatro dos de Anibal es
- Pero es un canalla. ¡Qué cara de canalla tiene además!



11/22/2006

 

Waits pasado

Al Zagloso le dan lecciones de modernidad por listo

Tienda de discos especializada en música clásica. Como está al lado del lugar donde trabaja el Zagloso y suelen tener un poco de todo, el monotrema se escapa cinco minutos para buscar el nuevo cd de Tom Waits, que ya ha tenido un día bastante crispado y ajetreado y se quiere dar una alegría al caer derrengado en el sofá de casa. El comercio, tiene un pequeño mostrador donde tienen apiladas las novedades. Al frente del negocio, una señora de unos sesenta años con collar de falsas perlas, pendientes de perlas falsas y pelo cardado y teñido como lo llevan las señoras de sesenta años con perlas falsas.

- Oiga, buenas tardes, ¿tiene el de Tom Waits nuevo?, Orphans se llama.
- Pues no me ha llegado. De todas formas esta semana hay muchas novedades: U2, los Beatles, Melendi. Sólo han llegado los Beatles puntuales.
- Curioso señora, pero yo quería el de Tom Waits.
- Umm, Tom Waits. No se si llegará. Es que está pasado. Yo si quieres te lo pido, porque como está pasado y solo lo conocen cuatro. Antes no, estaba muy de moda, pero ya pasó.
- Que sí, señora, no se preocupe, que ya me busco yo la vida.

El Zagloso se fue ofendido. Se gastó la pasta en otro sitio y ahora escucha feliz el triple disco de Tom Waits. Aún no he escuchado las 54 canciones, pero hasta el momento todo es excesivo, hondo y clásico.

11/21/2006

 

La madre de todas las pirulas

El Zagloso se salta nueve carriles sin pestañear y orgulloso de ello

Madrid, lunes, nueve y diez de la mañana. Hora punta. Zagloso y el Hombre Invisible circulan en el zaglosomóvil. Con el sueño acumulado de un fin de semana tranquilo, en compañías absolutamente convencionales, el monotrema se dirigía a posar a su amigo en su puesto de trabajo y a una reunión antes de volver a Papúa.

Con tranquilidad, escuchando a Arístides Moreno, llegaron a Cibeles. Como señala el torpe esquema, accedieron a la plaza desde Recoletos. Guiado por la costumbre de tirar todo recto, el Zagloso se colocó en el carril de la izquierda del todo. En el punto que señala la X roja, se dio cuenta de que iba a la calle de Alcalá y que la calle de Alcalá era eso de la derecha. Ni corto ni perezoso, vio que el Hombre Invisible estaba desprevenido, que no venían coches y en su cabeza empezó a sonar la música de la Pantera Rosa. Con seguridad infinita metió primera, segunda y tercera en un momento y atravesó nueve carriles de la tacada, como bien se aprecia en el trazo amarillo.

El pobre Hombre Invisible comenzó a dar alaridos al cuarto carril, mientras, el Zagloso se reía feliz. ¡Nueve carriles! ¡Nueve! Perdón Invisible, pero no pude contenerme.

 

Aspiraciones extrañas

El Zagloso de mayor quiere ser un eruditísimo historiador anglosajón, a poder elegir británico

Sabe que es un deseo un tanto rebuscado. Pero imaginarse paseando tranquilamente por un verde campus, rodeado de edificios victorianos, meditando sobre la importancia de los escaramuzadores en las tropas napoleónicas o las deficientes líneas de abastecimiento que de las que el corso bajito dotaba a sus ejércitos le provoca una extraña sensación de paz y de equilibrio interior.

Y no es que no haya muy eruditos historiadores papuanos, pero aquí no hay el mínimo respeto. Un día aparecen un par de arribistas facciosos que, para legitimar una visión fascista de la historia, copan las listas de ventas. Eso no es seriedad. Además está la tendencia constatable de los historiadores patrios a hacer grandes y graves forros. Los forros anglosajones son más divertidos. Es comprensible, un tipo que viene de un país donde el punto clave es el desarrollo de la máquina de cardar a vapor, se va a emocionar con cualquier cosa y cuando el tema lo merezca, el entusiasmo será contagioso a cualquiera que se acerque a lo escrito. Otro punto a favor de los eruditos anglosajones es lo bien que cuentan las batallas. Las cuentan por arriba, las cuentan por debajo y las cuentan de lado que es mucho más complicado. Casi mejor que en el cine. Eso sí, a veces parece un partido de fúbol: “Marat avanza por el flanco con su valiente caballería, atrae un batallón, atrae dos, los lanceros polacos se lanzan por el centro y ROMPEN LAS FILAS AUSTOHÚNGARAS. Batalla para Napoleón, batalla para Napoleón. Josefina delira, la sangre tiñe la campiña”.

Pues eso, que el Zagloso reafirma su interés en convertirse en un muy erudito historiador británico y vivir un plácida y larga vida. Como es posible que no se me arregle, me contentaré con leerlos. Al menos aportan algo de placidez y sosiego.

11/17/2006

 

Se querían

El amor ajeno tiende a ser algo muy molesto

Por lo visto se amaban indubitablemente. Ella llevaba unos pendientes igualines a la cuentas de la araña del salón de Sissi Emperatriz. Parecía que se había escapado de un concierto de Maná. Él era un calvo con camiseta de Calvin Klane. Se colocaron justo delante del Zagloso que estaba en el concierto de Nacho Vegas. El monotrema iba con su hermano que va con muletas por inconsciente, por lo que no podía buscar sitio mejor.

Ella y él no callaban y se besaban mucho. Era un concierto acústico: Nacho Vegas con una guitarra, y un chico asturiano y lozano que alternaba las seis cuerdas con un laud y sorprendentes y emocionantes resultados. El Zagloso escuchaba más su conversación que el concierto. "Cariño, ya verás te va a encantar, es superrelajante", decía ella y al segundo se ponía a explorar el duodeno de él con la lengua a veinte centimetros de la cara del monotrema. Al rato se pusieron a discutir si uno de los jugadores del equipo de baloncesto local era o no atractivo y minutos después ella sentenció que Nacho Vegas le "pone espiritualmente". Así durante una hora. Es complicado concentrarse en cualquier cosa cuando alguien te restriega su amor con alevosía. El Zagloso tuvo que abandonar a su hermano e irse a la otra punta del local, deseándoles una ruputura larga, lenta y dolorosa, muy dolorosa.

¿El concierto? El hermano del monotrema sólo había escuchado a Nacho Vegas en el zaglosomóvil y no le había gustado. Ahora es otro convencido. Tremenda la versión de The Stranger Song de Leonard Cohen. Tremenda.

11/16/2006

 

Pervertidos

Hay gente muy enferma, pero mucho mucho

Estaba hace un rato trasteando el Zagloso cuando descubrió que alguien ha llegado a este blog buscando en google "vendedoras de pisos cachondas". Al monotrema no le parece mal que lleguen a él buscando "la polla más grande" o cosas similares. Pero para todo hay un límite.

¿Qué lleva a un ser humano a buscar vendedoras de pisos cachondas? El monotrema entiende que hay que tener cierta vena masoquista. La fantasía de triscarse a una persona que te puede encadenar durante 40 años según euribor me pone las púas de punta. La otra opción es el capricho de comprarle un piso a un pibón. Visto así, ya de tener que pasar por eso, por lo menos que sea agradable. Eso sí, es arriesgado. Recuerden que el monotrema piensa mal con dependientas guapas.

Por cierto, esta noche ¡voy a ver a Nacho Vegas!, ¡voy a ver a Nacho Vegas!, ¡voy a ver a Nacho Vegas!

11/15/2006

 

Visita aconsejada

Hoy es un buen día para darse una vuelta por Molinos de papel, el blog del diputado Eduardo Madina.

 

Un cable

El Zagloso hace cosas sin pensar

El Zagloso escuchaba de pie el informativo de las dos y cuarto cuando le pasaron una llamada. Sujetó el auricular entre el hombro y la oreja derecha y cogió el cuerpo del teléfono para poderse mover con libertad. Notó que el cable no estaba anclado y sin saber muy bien por qué, decidió comprobar su longitud. Paso a paso retrocedió unos cinco metros hasta que el hilo quedó bien tenso. El monotrema se dio cuenta de que el cable arrebujado en espiral que une el el micrófono-altavoz con el cuerpo del teléfono era bastante largo. Así que pensó ver hasta dónde podía estirarse. Posó la parte que contiene los números en el suelo y retrocedió otros dos pasos. Allí se quedó, de pie en medio de la oficina, con el teléfono en el suelo, hablando. Cuando terminó la llamada, el monotrema percibió que todas las personas presentes en la oficina le miraban raro. Comprendió que era un buen momento para irse a casa a comer.

11/14/2006

 

El rincón

El Zagloso se hace un flashback

Hace unos días, el Zagloso entró en su clase de segundo de E.G.B. Estaba en su antiguo colegio por motivos inconfesables y vio abierta la puerta de un aula, por curiosidad subió un par de tramos de escaleras y cruzó la puerta. La mente del monotrema se puso turbia y el Zagloso entró en flashback.

Una chica nueva llega a la clase. Es una niña morena y guapa que siempre termina la primera todo y que es la mejor en cualquier cosa que haya que hacer. Corre con el cuaderno a ver a la profe y le enseña lo que ha hecho con seguridad de no haberse equivocado. Mientras aguarda la corrección tiene las manos juntas en la espalda y se balancea hacia delante y hacia detrás. La niña repipi además da pellizcos y retuerce brazos y no hay púa que la evite. El Zagloso la mira con curiosidad; ha sido el segundo en terminar la tarea y como no tiene ninguna convicción en haberlo hecho bien y la profesora es una cascarrabias no lleva el cuaderno para que se lo corrijan.

El Zagloso se aburre y es un monotremita inquieto, así que habla con su compañero de al lado, con los dos de delante y los dos de detrás. Así un día tras otro. La profesora cascarrabias le llama la atención y la niña morena y guapa le mira con desdén; con seguridad, en el recreo le retorcerá el brazo y le pellizcará. Un día, el monotrema estaba especialmente revoltoso. Harta, la seño, de nombre Cantidia, decide cortar por lo sano y le castiga: tiene que coger su mesita e irse a un extremo del aula, sólo, para que no pueda hablar con nadie. La mitad de segundo de E.G.B se la pasó el monotrema en la soledad de una mesa en el rincón.

Al año siguiente, la niña era amiga del Zagloso, pero el monotrema seguía siendo inquieto y charlatán. Su nueva profesora le volvió a condenar a la soledad de un rincón. Un curso después, la misma maestra tuvo que volver a tomar esa misma decisión para poder imponer el silencio en su aula. Cada año era más amigo de la niña que ya no podía retorcer el brazo del monotrema. Tras tres cursos en soledad, el monotrema aprendió a callarse la boca y a disfrutar de la soledad.

Al volver del flashback, el Zagloso se dio cuenta de que había una pequeña mesa en un rincón. Al volver a casa, llamó a la niña morena y guapa que ahora es psiquiatra; de contárselo a un profesional, al menos que sea de confianza.

11/12/2006

 

Gallaroto*

La avispa, el roble y el Zagloso

Era extraña una mañana tan soleada en noviembre. A bordo de su bicicleta, el Zagloso zigzagueaba audaz entre la hierba empapada de rocío. Entonces, una pequeña avispa negra se introdujo en el casco del monotrema.

Aterrado, el mamífero frenó y tiró de la trabilla del utensilio protector, que es de la mayor talla disponible en el mercado, porque se trata de un monotrema de gran cabeza. Liberó al insecto que, más tranquilo, se apartó volando con placidez. El Zagloso respiró aliviado porque esa mierda de bicho nació en un roble. Desde pequeño le ha encantado a monotrema recoger los gallarotos grises, ya secos. Los coge y busca el pequeño agujero de un par de milímetros que, invariablemente tendrán. Siempre le ha parecido mágico que una pequeña avispa negra pique a un gran árbol y le haga recubrir con su savia y su corteza un pequeño huevo. Siglos de roble cobijando semanas de insecto. Todo cuestión de tiempos. Se avispa.

*Lo que ven en la foto es un gallaroto; la excrecencia que el insecto hace salir al árbol para poder nacer. En el pueblo del padre del Zagloso y del abuelo del abuelo del Zagloso se llama así. En el resto de pueblos, agalla.

11/09/2006

 

Sensibilidad y tocino

Las fobias del Zagloso son inexcrutables

(Lugar social, grupo de personas con afinidades diveras, de sentimentales a símplemente existenciales. El monotrema entra en modo roca)

ZAGLOSO. (bramante) Pero ¿se puede saber qué puta mierda de pastelada infecta es esa que se oye a todo volumen?

PERSONA 1. (estupefacta) Pero mira que eres bestia, burro y zote, so animal. Es Van Morrison, imbécil.

ZAGLOSO (sobrado) Claro, pero que sea sensible y haga gorgoritos no lo convierte en soportable.

PERSONA 2 (razonando) Pero macho, pero si antes te encantaba. A tí las púas te destrozan el cerebro.

ZAGLOSO. Sí, es verdad. Pero no es culpa mía, fue una mala mujer.

PERSONA 1 (cotilla) Cuenta,cuenta.

ZAGLOSO. No, no es nada de eso, es que era una mujer muy mala. Se ganó mi confianza y luego demostró ser la persona más traicionera, arrastrada y vil que he conocido. La última vez que la vi ni se atrevió a mirarme a los ojos. Zorra. Le encantaba Van Morrison. La mala puta de ella me enseñó a no confundir la sensibilidad con el tocino. Las malas se disfrazan de inocentes.

PERSONAS 1 Y 2 (irónicas). Vemos que aprendiste la lección.

11/08/2006

 

El infierno es piedra


Concebir pensamientos de piedra - que se echen al agua y formen ondas- que se arrojen al vidrio y lo destrocen

Emilio Adolfo Westphalen

Las piedras no hablan, hacen forma. El infierno está en el pórtico de la Catedral de Papúa en el centro, a la derecha del que mira, pero a la izquierda de la Virgen. Encima está Dios, juzgando, pero se le ve poco. Los de este lado son los condenados, los que cuecen en las ollas y los mordidos por los monstruos, al otro lado, los salvados ríen, cantan y bailan en piedra.


Cuando el Zagloso descubrió estas imágenes se quedó embobado mirándolas. En la Edad Media la televisión era de piedra y un gran spot católico. Sigo imaginando a monotremas medievales, después de arar, vender una oveja o tomar un vino, ver espantados cuál sería su futuro si pecaban. Al final, ocho siglos después la imagen sigue sirviendo para mostrar el juicio, el cielo y el infierno.


11/07/2006

 

Fraternet

El hermano del Zagloso es informático y sabe muchooooooo

El monotrema es hermano mayor. Esta afirmación es posible porque existe un zagloso más pequeño con el que le unen lazos fraternales. Ese ser ayer tocó a Lentejita. Dos horas tardó el Zagloso en que le funcionara de nuevo internet. Es que es informático.

Tras años de dura realidad, de graves averías solventadas con monotrémica terquedad, el Zagloso ha elaborado una serie de leyes, que modestamente, ha bautizado como las Leyes del Zagloso.

La primera ley del Zagloso o ley de la inercia

"Todo aparato informático preservará en su estado de fucionamiento correcto y ordenado siempre que se mantenga bien lejos cualquier familiar informático".

La segunda ley del Zagloso o ley de la interacción y el escacharre

"La magnitud del desaguisado es proporcional a la capacitación teórica del familiar informático y ocurre según lo ambiciosos que sean las supuestas mejoras que se iban a realizar".

La tercera ley del Zagloso o ley de de acción-reacción

"Con todo intento de arreglo ocurre siempre una reacción igual y contraria; al reparar el primer desaguisado, el familiar informático generará uno aún mayor".

Como ven, las Leyes del Zagloso tiene un claro referente newtoniano. La superación cuántica de la misma dice: "Como te vea tocando a Lentejita, te arranco la cabeza".


11/06/2006

 

Chaqueta parda

El Zagloso y el cariño en el vestir

El monotrema tiene una chaqueta negra. Para ser más exactos, parda, algún día fue negra, pero eso pasó hace mucho tiempo. También es una prenda pasada de moda e incluso le queda grande. Muy grande. El Zagloso es consciente de que le queda mal; sabe que debería tirarla, pero no puede evitar que le entren una ganas irracionales de cogerla cada vez que abre el armario.

11/05/2006

 

Coordinación en Villacaspa

Al Zagloso le ponen una reunión en la ciudad que más odia del mundo

Estaba el Zagloso tan tranquilo, cuando su jefe sale del despacho y hace ademán de irse. Al pasar a su lado, le dice: "oye, llama a fulanito que no se qué coño quiere decirte". El monotrema comprendió que se avecinaba un gran marrón. Cogió el teléfono:

- ¿Fulanito? Hola, soy el Zagloso, que me ha dicho mi jefe que no sabía qué coño me querías contar.
- Hola, es que tenemos una reunión de coordinación y queremos que vengas tú. Sé que debería venir esta otra chica, la de la provincial, pero nos han contado cosas de ella.
- Pues no me digas, es una chica encantadora y tremendamente eficiente. Mucho mejor que yo, dónde vamos a parar. -con voz segura y aparentemente sincera.
- Chico, a mi me han dicho que te avise a tí.

Al Zagloso le entraron sudores fríos, tenía que ir a esa mierda de ciudad. No pondré el nombre para no ofender a los desgraciados que viven en ella y nos referiremos a ella como Villacaspa. Es un sitio siniestro, donde todo se llama con el mismo nombre del mismo decimonónico escritor y huele a alcanfor. El monotrema intuye de qué va esa reunión de coordinación. Los responsables del área regional quieren que los que estamos más abajo nos coordinemos con ellos; es decir, que hagamos las cosas como ellos quieren. La experiencia, tozuda, aconseja hacer todo lo contrario. Desesperado, el puoso intentó una jugada:

- Jefe, oye, que quieren que vaya el lunes a una reunión de coordinación, no sé, iré, pero el lunes vamos a tener mucho lío, tú verás.
- Yo creo que es bueno que vayas. -carcajada malévola.
- ¡No me jodas! Pero si cuando te llaman a tí pasas siempre.
- Zagloso...

Así que de mañana, el monotrema cogerá el zaglosomóvil para conducir casi dos horas por una nacional fea para ir a Villacaspa. Una vez que llegue allí se perderá. Siempre pasa. En cualquier otro sitio, el Zagloso termina encontrando una salida, en esa infecta urbe no, la última vez tardé dos horas en encontrar mi destino. Ya harto de coche intentaré tomar un café y ahí es donde la viciada atmósfera terminará su labor. Todo en Villacaspa es más de lo que sería armonioso o aceptable. Uno mira a un edificio y se da cuenta de que le sobran dos pisos. A esa columna dos metros, dos carriles a esa carretera, así todo. Además tienen la tradición de destruir las cosas, al lado de una iglesia bonita han puesto un edificio de ocho pisos para dejarla más a su gusto. El Zagloso se pregunta qué problema tiene esa gente.

11/03/2006

 

Chica mala

Pero por qué le gustará tanto al Zagloso Scarlett Johansson

Ya lo ha dicho alguna vez, el Zagloso ama a Scarlett. De hecho cree que es la Marilyn del siglo XXI. De hecho es mejor que Marilyn. No es ya que esté buena, que condense en metro sesenta y tres centímetros una belleza insondable y armoniosa a la vez. Va más allá de que mire con ojos infinitos el horizonte y que sea un sueño cada vez que se mueve. Encima la jodida ahora va a hacer un disco cantando canciones de ¡¡¡¡Tom Waits!!!!

¿Por qué me haces esto Johansson? Si el Zagloso ya te idolatra, no es necesario que además estés dispuesta a poner tu voz a Waits, la brecha que ilumina las resacas del monotrema. No es necesario ser tan perfecta. Chica mala. Esta tía es capaz de convertir el sexy el recuerdo de la voz ronca y rota que mejor acompaña crisis y desencantos. ¿Se atreverá con Jersey Girl? Shalalalalalalalaaaaaaaaa....


11/02/2006

 

La sonrisa de Maquiavelo*

El Zagloso cree que conspirar mejora las especies y además es divertido

Ayer no lo sabía, pero hoy, gracias entre otros al Gecko, sé que existe la inteligencia maquiavélica. Bajo este nombre se oculta una teoría, alumbrada por los primatólogos Richard Byrne y Andrew Whiten. Ambos observaron que cuanto más evolucionado es un mono miente y conspira más. De ello dedujeron que había una relación entre desarrollo y capacidad para intrigar y que uno de los mecanismos que impulsó la evolución del cerebro humano fue que los más inteligentes eran más retorcidos y sobrevivían mejor.

El Zagloso sabe de antes que hay estudios que responsabilizan a las mujeres de la evolución. Desde un punto de vista biológico, el éxito de un ser vivo es garantizar la transmisión de sus genes. También según esa perspectiva, una mujer invierte una ingente cantidad de esfuerzo y tiempo en cada una de sus crías, por lo que necesita seleccionar que los genes de su pareja tengan grandes probabilidades de proporcionarle descendencia sana y robusta. Un mono tenía dos opciones, ser un buen partido o parecerlo, así que poco a poco los conspiradores fueron imponiendo su ley.

Conspirar y mentir exigen una gran capacidad cerebral. Hay que darle muchas vueltas a la cabeza para hacerlo bien. Así, los monos conspiradores tejían alianzas, engañaban a sus semejantes y no paraban de desarrollar sus neuronas. Conseguían más comida y le gustaban más a las monas. Otro aspecto a tener en cuenta es que maquinar ayuda a llenar el tiempo. Vamos, que es divertido. Los primates maquiavélicos se lo pasaban mejor. Intrigantes, maldicientes y traidores, sibilinas, alcahuetas y pérfidas han llevado al homo sapiens a la cima de la evolución. El Zagloso, por su parte era un monotrema normalito, hozaba sin descanso buscando alimento. Un día decidió conspirar, intoxicar y manipular, entonces dejé de hozar y así me convertí en el único monotrema inteligente. Tengo más éxito biológico, pero ¿soy más feliz?

* La sonrisa de Maquiavelo es un impresionante libro de Mauricio Viroli. Es una biografía del florentino desde la admiración. Después de leerlo dan ganas de irse de cañas con Maquiavelo. Se lo recomiendo mucho, está en Tusquets.

11/01/2006

 

Chorrada vikinga

El Zagloso reclama la dualidad manta-sábana frente a la funda nórdica

Érase un zaglosín chiquitín al que mamá zaglosa obligaba cada mañana a hacerse la cama. Desde los siete años, todos los días, después de desayunar, lavarse y vestirse, el pequeño monotrema sabía que tenía que colocar la sábana de abajo, la de arriba con la medida cogida para hacer el dobladillo, las dos mantas y la colcha. Luego, por las noches, el zaglosín dormía feliz en su camita bien hecha.

Aunque han pasado los años, el Zagloso ha mantenido la costumbre. Todos los días se hace la cama como dios manda, salvo casos de resaca sobrehumana. Se tarda un minuto y por la noche uno duerme bien arropado, bien calentito con su manta y sus sábanas, notando todo el peso de la lana y la seguridad de una sábana bien remetida por los lados.

Últimamente tiene un extraño éxito eso de la funda nórdica. En acelerada colonización, de Ikea al Carrefour, se impone ese engendro que ni arropa, ni se remete, ni nada. Gran parte de las ventas de este estrafalario cubrecamas corresponden a madres que creen que sus churumbeles así sí harán la cama. Se engañan. Sesudos estudios demuestran que da lo mismo. Otro argumento en defensa del producto sueco es que es muy calentito. Claro, y una buena manta zamorana no. El juego de cama tradicional tiene la ventaja de lo bien que se gradúa el arrope. Colcha arriba, colcha abajo, manta arriba, manta abajo y así sucesivamente.

En definitiva, el Zagloso afirma taxativamente que es un clásico en la cama*...

*No se pierdan las definiciones de cama según el Drae y según la wikipedia.

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