2/28/2007
Peatones
El Zagloso para siempre en los pasos de cebra
Cuando va en el zaglosomóvil, el monotrema es un tipo respetuoso con los viandantes. Para en todos los pasos de cebra. Cuando se convierte en un peatón espera que todo el mundo haga lo mismo. Eso sí, hay dos comportamientos de caminantes ante las rayas blancas que le exasperan sobremanera.
Los primeros son los abuelos que se niegan a pasar. Están parados frente al paso de cebra, quieren cruzar. El conductor les ve, pisa el freno y detiene el vehículo para que puedan ejercer su derecho de atravesar la calzada por ese punto. Ellos se niegan. Hacen gestos de "pasa, pasa" y encima parecen enfadados.
Luego están los agradecidos intergeneracionales. Esos que hace un leve gesto con la mano en señal de gratitud al conductor que ha cumplido con su deber cívico de parar. El Zagloso cree que lo hacen como dando las gracias a un ser misericordioso y omnipotente y le ponen de mala leche. Estos dos personajes, siempre menos peligrosos que las señoras kamikazee que cruzan con el carrito por el medio de la calzada sin mirar, hacen que al monotrema le entren ganas de no parar nunca más en un paso de peatones.
Cuando va en el zaglosomóvil, el monotrema es un tipo respetuoso con los viandantes. Para en todos los pasos de cebra. Cuando se convierte en un peatón espera que todo el mundo haga lo mismo. Eso sí, hay dos comportamientos de caminantes ante las rayas blancas que le exasperan sobremanera.
Los primeros son los abuelos que se niegan a pasar. Están parados frente al paso de cebra, quieren cruzar. El conductor les ve, pisa el freno y detiene el vehículo para que puedan ejercer su derecho de atravesar la calzada por ese punto. Ellos se niegan. Hacen gestos de "pasa, pasa" y encima parecen enfadados.
Luego están los agradecidos intergeneracionales. Esos que hace un leve gesto con la mano en señal de gratitud al conductor que ha cumplido con su deber cívico de parar. El Zagloso cree que lo hacen como dando las gracias a un ser misericordioso y omnipotente y le ponen de mala leche. Estos dos personajes, siempre menos peligrosos que las señoras kamikazee que cruzan con el carrito por el medio de la calzada sin mirar, hacen que al monotrema le entren ganas de no parar nunca más en un paso de peatones.
2/27/2007
Aerorratas
El Zagloso es pro gorrión y odia a las asquerosas palomas
Noé no echó a las palomas del arca para que buscara tierra. Las mandó a que se ahoran. Es algo que los monotremas, que también había de esos en el Arca, se trasmiten de generación en generación para que nadie lo olvide. Noé era un tipo inteligente y sabía que el mundo no ganaba nada manteniendo a esos seres asquerosos, auténticas ratas del aire.
El Zagloso las tiene una manía desmedida. Son bichos cagones y sucios, que se juntan en bandadas estúpidas. Si de él dependiera, multaría a todos los abuelos que les tiran miguitas y permiten así su supervivencia y las atren a los parques. Es ver una aerorrata y se pone de mala leche. Cuando va al volante y ve a una tiende a acelerar instintivamente. Transmiten enfermedades y la gente las mima. Y sin embargo, la humanidad pasa de los gorriones, esos pajarillos currantes y vivaces.
El monotrema es muy de los pardales o gorriones, aunque prefiere la primera denominación. Les pone miguitas de pan en la ventana en invierno para que tengan algo que llevarse al buche. Le provocan la misma admiración que los vencejos, pero con una diferencia: en lugar de emigrar se quedan ahí todo el año dando el callo. Pájarines.
Noé no echó a las palomas del arca para que buscara tierra. Las mandó a que se ahoran. Es algo que los monotremas, que también había de esos en el Arca, se trasmiten de generación en generación para que nadie lo olvide. Noé era un tipo inteligente y sabía que el mundo no ganaba nada manteniendo a esos seres asquerosos, auténticas ratas del aire.
El Zagloso las tiene una manía desmedida. Son bichos cagones y sucios, que se juntan en bandadas estúpidas. Si de él dependiera, multaría a todos los abuelos que les tiran miguitas y permiten así su supervivencia y las atren a los parques. Es ver una aerorrata y se pone de mala leche. Cuando va al volante y ve a una tiende a acelerar instintivamente. Transmiten enfermedades y la gente las mima. Y sin embargo, la humanidad pasa de los gorriones, esos pajarillos currantes y vivaces.
El monotrema es muy de los pardales o gorriones, aunque prefiere la primera denominación. Les pone miguitas de pan en la ventana en invierno para que tengan algo que llevarse al buche. Le provocan la misma admiración que los vencejos, pero con una diferencia: en lugar de emigrar se quedan ahí todo el año dando el callo. Pájarines.
2/26/2007
En tres fáciles pasos
El Zagloso se pone a hacer bechamel
El monotrema agarra el sobre con el preparado para la bechamel. Se supone que es algo que facilita la tarea de hacer dicha salsa y como no se trababa de nada sofisticado pues está bien tenerlo más fácil. Agarró un cazo y el cartón de leche.
Como es un tipo precavido, se dispuso a leer las instrucciones de preparación, no fuera a tener algún truco. Leyó:
1. Solreir el contenido en medio litro de leche.
Y decició que con tomate la pasta está mejor.
El monotrema agarra el sobre con el preparado para la bechamel. Se supone que es algo que facilita la tarea de hacer dicha salsa y como no se trababa de nada sofisticado pues está bien tenerlo más fácil. Agarró un cazo y el cartón de leche.
Como es un tipo precavido, se dispuso a leer las instrucciones de preparación, no fuera a tener algún truco. Leyó:
1. Solreir el contenido en medio litro de leche.
Y decició que con tomate la pasta está mejor.
Queme
El Zagloso prepara un arroz (con costilla)
La familia monotrema engulle con apetito la comida: un arroz con costilla que acaba de preparar el Zagloso, al parecer con un éxito moderado.
- Zagloso, está bueno esto.
- Sí, te ha quedado bien, un poco duro quizá.
- Nada, está bien, a mí me gusta así. -sentencia la gran zaglosa, último juez de todo ágape monotrema.
- Psá. - Suspira, autocrítico y lángido el Zagloso.
- Que no, hijo, en serio que está buena.
- ¡Oh mujer cruel! ¿Cómo puedes decir eso? ¡No hay arroz quemado en el fondo!
La familia monotrema engulle con apetito la comida: un arroz con costilla que acaba de preparar el Zagloso, al parecer con un éxito moderado.
- Zagloso, está bueno esto.
- Sí, te ha quedado bien, un poco duro quizá.
- Nada, está bien, a mí me gusta así. -sentencia la gran zaglosa, último juez de todo ágape monotrema.
- Psá. - Suspira, autocrítico y lángido el Zagloso.
- Que no, hijo, en serio que está buena.
- ¡Oh mujer cruel! ¿Cómo puedes decir eso? ¡No hay arroz quemado en el fondo!
2/22/2007
Seductoras susurrantes
Para qué cantar si se puede calentar
El tema es viejo: Marilyn cantando. El monotrema tiene momentos de debilidad con cantantes así. Hace años se pasó un pare de meses oyendo compulsivamente a Diana Krall, hasta que se dió cuenta de que le tomaba el pelo. Las seductoras susurrantes.
No hacía falta verlas para saber que están buenas. No cantan nada, pero cuesta darse cuenta porque susurran muy bien. Está la Krall, capaz de deslizar sin gracia aparente cualquier clásico sin gracia y quedar mona y fina y además ligarse a Elvis Costello. Hela aquí destrozando uno:
Carla Bruni es a la susurrante Krall lo que el T-1000 a Terminator. En el fondo es lo mismo pero es más guapa y susurra más. El Zagloso no puede resistirse y la escucha compulsivamente. Es un ser débil incapaz de resistirse al susurro y por eso las maldice.
El tema es viejo: Marilyn cantando. El monotrema tiene momentos de debilidad con cantantes así. Hace años se pasó un pare de meses oyendo compulsivamente a Diana Krall, hasta que se dió cuenta de que le tomaba el pelo. Las seductoras susurrantes.
No hacía falta verlas para saber que están buenas. No cantan nada, pero cuesta darse cuenta porque susurran muy bien. Está la Krall, capaz de deslizar sin gracia aparente cualquier clásico sin gracia y quedar mona y fina y además ligarse a Elvis Costello. Hela aquí destrozando uno:
Carla Bruni es a la susurrante Krall lo que el T-1000 a Terminator. En el fondo es lo mismo pero es más guapa y susurra más. El Zagloso no puede resistirse y la escucha compulsivamente. Es un ser débil incapaz de resistirse al susurro y por eso las maldice.
2/19/2007
Bostezo y alfombra
El Zagloso abre boca y la monta
El Zagloso solo bosteza en un momento del día: cuando vuelve caminando a casa a la hora de comer. A esa hora, generalmente en torno a las dos y media o las tres, se le abre la boca de forma horrorosa mientras anda por la calle. Los viandantes miran asombrados el espectáculo del monotrema hambriento bostezante.
En esas andaba el otro día el Zagloso por la calle. Pasaba por un pequeño parque que atraviesa todo los días, ya casi llegando a su madriguera. Iba tranquilo, escuchando algo en el mp3. En el edificio de enfrente, una mujer se asomó a la segunda ventana del cuarto piso. Llevaba el cardado habitual y el tinte rojizo habitual, bata y probablemente faja. El monotrema vio con asombro como sacaba al exterior una alfombra y se disponía a sacudirla segundos antes de que él pasara.
La perspectiva de ser regado por pelusas ajenas provocó un chasquido mental en el Zagloso, que rompió en aspavientos y desencajado gritó: "¡Maruja de los cojones!, ¡tía guarra!, ¡no puedes pasar el aspirador en lugar de echarme encima tu mierda!, ¡que esto es la calle, señora!, ¡que aquí pasamos zaglosos, ostia!". Y así más. La mujer, sorprendida se quedó mirando al monotrema enfuercido. El resto de viandantes, estupefactos, contemplaron al ruidoso puoso sin un gesto de solidaridad. Cuando la sesentona aquella se dio cuenta que ella era la reprendida, se escondió. Jamás se la volvió a ver sacudir la alfombra a la calle, costumbre asquerosa que con ejemplares comportamientos como éste, pronto quedará erradicada para bien de todos.
El Zagloso solo bosteza en un momento del día: cuando vuelve caminando a casa a la hora de comer. A esa hora, generalmente en torno a las dos y media o las tres, se le abre la boca de forma horrorosa mientras anda por la calle. Los viandantes miran asombrados el espectáculo del monotrema hambriento bostezante.
En esas andaba el otro día el Zagloso por la calle. Pasaba por un pequeño parque que atraviesa todo los días, ya casi llegando a su madriguera. Iba tranquilo, escuchando algo en el mp3. En el edificio de enfrente, una mujer se asomó a la segunda ventana del cuarto piso. Llevaba el cardado habitual y el tinte rojizo habitual, bata y probablemente faja. El monotrema vio con asombro como sacaba al exterior una alfombra y se disponía a sacudirla segundos antes de que él pasara.
La perspectiva de ser regado por pelusas ajenas provocó un chasquido mental en el Zagloso, que rompió en aspavientos y desencajado gritó: "¡Maruja de los cojones!, ¡tía guarra!, ¡no puedes pasar el aspirador en lugar de echarme encima tu mierda!, ¡que esto es la calle, señora!, ¡que aquí pasamos zaglosos, ostia!". Y así más. La mujer, sorprendida se quedó mirando al monotrema enfuercido. El resto de viandantes, estupefactos, contemplaron al ruidoso puoso sin un gesto de solidaridad. Cuando la sesentona aquella se dio cuenta que ella era la reprendida, se escondió. Jamás se la volvió a ver sacudir la alfombra a la calle, costumbre asquerosa que con ejemplares comportamientos como éste, pronto quedará erradicada para bien de todos.
2/18/2007
El fuego
El Zagloso prende la lumbre
Como el Zagloso estaba peleado con la vanguardia y no sabía si era retaguardia, decidió guarecerse en un fin de semana apacible en la cabaña familiar del bosque. Para los monotremas el fuego es algo importante: encenderlo y avivarlo de cuando en cuando es un arte que se trasmite de generación en generación. Los humanos olvidaron cómo cuidar las llamas más o menos cuando apareció el horno microondas.
La pedagogía monotrémica se basa en el ensayo error. Esto quiere decir que nadie te va a enseñar cómo hacer nada, sólo se te corregirá a base de reproches y jamás se dirá si algo va bien. Aquella mañana el Zagloso se levantó tarde. Miró por la ventana y vio un día de lluvia y mucho viento. Decició prender la lumbre. Cuidadosamente limpió la chimenea de cenizas de la noche anterior, arrebujó unos papeles de periódico y los colocó de base, con mimo apiló ramas finas y luego otras más gruesas. Cuando la pira estuvo lista, prendió.
Cuando el fuego estuvo listo, por sorpresa entro por la puerta papá zagloso. "Qué frío hace", dijo. Se acercó a la chimenea, se calentó y no dijo nada. Ni siquiera recolocó los troncos. El Zagloso, satisfecho se fue a leer tranquilamente.
Como el Zagloso estaba peleado con la vanguardia y no sabía si era retaguardia, decidió guarecerse en un fin de semana apacible en la cabaña familiar del bosque. Para los monotremas el fuego es algo importante: encenderlo y avivarlo de cuando en cuando es un arte que se trasmite de generación en generación. Los humanos olvidaron cómo cuidar las llamas más o menos cuando apareció el horno microondas.
La pedagogía monotrémica se basa en el ensayo error. Esto quiere decir que nadie te va a enseñar cómo hacer nada, sólo se te corregirá a base de reproches y jamás se dirá si algo va bien. Aquella mañana el Zagloso se levantó tarde. Miró por la ventana y vio un día de lluvia y mucho viento. Decició prender la lumbre. Cuidadosamente limpió la chimenea de cenizas de la noche anterior, arrebujó unos papeles de periódico y los colocó de base, con mimo apiló ramas finas y luego otras más gruesas. Cuando la pira estuvo lista, prendió.
Cuando el fuego estuvo listo, por sorpresa entro por la puerta papá zagloso. "Qué frío hace", dijo. Se acercó a la chimenea, se calentó y no dijo nada. Ni siquiera recolocó los troncos. El Zagloso, satisfecho se fue a leer tranquilamente.
2/14/2007
Inocencia etílica
Al Zagloso le sorprende la candidez infantil
Estaba esta tarde el monotrema en un colegio. Esos centros de internamiento y socialización. Era concretamente el ex colegio del Zagloso. De las paredes colgaba una sana iniciativa del Ayuntamiento de Papúa. Se trata de que los jóvenes escolares de diez y once años ideen bonitos eslóganes contra el consumo de alcohol en sus distintas fórmulas, unos meses antes de que anden tirados por los parques víctimas del Don Simón. La candidez infantil provoca extrañas invenciones. He aquí algunas destacadas: (se omite el nombre y el curso porque son menores)
- No bebas alcohol y dormirás mejor. Bien chaval, tú bebe un par de botellas de Jack Daniels y juzga si tu afirmación se sostiene de algún modo.
- Si bebes cerveza perderás la cabeza. Y a partir de la décima caña las llaves del coche, las de casa, la cartera y en ocasiones la pareja, los amigos...
- Si bebes alcohol no verás el sol. Éste es fino: intuye que la resaca provoca fotofobia.
- La vida es bella sin alcohol en la botella. Era una niña la lista ésta. ¿Dónde quieres tú poner el alcohol, bonita? Que era en contra, ¿entiendes? en contra.
- Si bebes alcohol te pondrás borrachón. Tranquilo guaje, que yo controlo, solo el puntín.
- Si no quieres llorar, alcohol no debes probar. Ni pelar cebolla, qué majo.
- Bebe fanta que te encanta. Esto, bonita, no publicidad de marcas. Eso sí, tú sabes, llegarás lejos.
- Mucho alcohol, mucho "jajajá" y a la hora de la verdad, poco aguantarás. Este chaval me admira. Es la Lorena Verdún del patio. ¿Por qué lo sabrá el jodido?
Estaba esta tarde el monotrema en un colegio. Esos centros de internamiento y socialización. Era concretamente el ex colegio del Zagloso. De las paredes colgaba una sana iniciativa del Ayuntamiento de Papúa. Se trata de que los jóvenes escolares de diez y once años ideen bonitos eslóganes contra el consumo de alcohol en sus distintas fórmulas, unos meses antes de que anden tirados por los parques víctimas del Don Simón. La candidez infantil provoca extrañas invenciones. He aquí algunas destacadas: (se omite el nombre y el curso porque son menores)
- No bebas alcohol y dormirás mejor. Bien chaval, tú bebe un par de botellas de Jack Daniels y juzga si tu afirmación se sostiene de algún modo.
- Si bebes cerveza perderás la cabeza. Y a partir de la décima caña las llaves del coche, las de casa, la cartera y en ocasiones la pareja, los amigos...
- Si bebes alcohol no verás el sol. Éste es fino: intuye que la resaca provoca fotofobia.
- La vida es bella sin alcohol en la botella. Era una niña la lista ésta. ¿Dónde quieres tú poner el alcohol, bonita? Que era en contra, ¿entiendes? en contra.
- Si bebes alcohol te pondrás borrachón. Tranquilo guaje, que yo controlo, solo el puntín.
- Si no quieres llorar, alcohol no debes probar. Ni pelar cebolla, qué majo.
- Bebe fanta que te encanta. Esto, bonita, no publicidad de marcas. Eso sí, tú sabes, llegarás lejos.
- Mucho alcohol, mucho "jajajá" y a la hora de la verdad, poco aguantarás. Este chaval me admira. Es la Lorena Verdún del patio. ¿Por qué lo sabrá el jodido?
House
El Zagloso afirma que después de dos temporadas el Dr. House le cae fatal, le parece un tipo cargante y que ya no tiene gracai. La serie comienza a ser reiterativa y monótona. Eso sí, la pavisosa sigue siendo atractiva.
¡Viva Becker!
¡Viva Becker!
Con ánimo constructivo
El Zagloso afirma que no es el padre de la criatura
Por la presente, el monotrema deja claro que él no es el padre del bebé de Anne Nicole Smith. Con ánimo de ayudar a esclarecer este turbio asunto y para que conste.
Por la presente, el monotrema deja claro que él no es el padre del bebé de Anne Nicole Smith. Con ánimo de ayudar a esclarecer este turbio asunto y para que conste.
2/12/2007
Nenazas
El Zagloso recuerda un episodio confuso
Unos meses después hubiera sido de otra forma, pero todavía éramos seres despiadados: doce monotremas con diez años y un tanto ofuscados. El Zagloso jugaba al baloncesto. De su perfil como jugador, un Charles Barkley en miniatura, se hablará en otro momento.
No fue un buen año. Éra un equipo más bien bajito y eso, para jugar al baloncesto no ayuda mucho. La falta de estatura se suplía en parte con una mala leche innata. La entrenadora tampoco aportaba mucho. Tendría unos veinte años y supuraba conflictos interiores que ni comprendíamos ni nos importaban. Además de al Zagloso y sus compañeros se encargaba de un equipo de equidnas, a las que siempre ponía como ejemplo de pundonor y clase: "Las equidnas sí que se esfuerzan y no como vosotros, zopilotes". "Un día os las voy a traer para que aprendaís cómo se juega a esto, mamelucos". "Le ponen más ganas una panda de niñas, seguro que os arrasaban". Así todo el día.
Una mañana aparecieron las equidnas. La entrenadora veinteñera las había traído: quería que jugáramos un partidillo contra ellas. Teníamos diez años, odíabamos a esas equidnas y en la sangre aún teníamos más crueldad infantil que hormonas. El Zagloso y sus compañeros se miraron malvados: "se van a entererar las pijas estas y su entrenadora de lo que son capaces doce monotremas encabronados". Ese equipo jamás jugó más motivado: defendimos como fieras, corríamos como salvajes y todavía queríamos más sangre. Cuando terminó la primera mitad el marcador era apabullante: 34-0. Doce monotremas sin piedad, felices. La entrenadora ni se les acercó, sólo atendió a las princesitas esas. Comenzó el tercer cuarto. Igual: 46 a 0.
Los doce monotremas encabronados estaban felices, cual hienas con sangre chorreando de las fauces. Estaban satisfechos. Bebían agua con satisfacción cuando apareció la entrenadora veinteañera hecha una fiera.
- ¿Se puede saber a qué cojones jugaís?
- Al baloncesto. -espetó un gracioso.
- Ya estamos. Esto es un amistoso y estaís humillando a las chicas, so ceporros. Ya les podeís dejar meter alguna canasta. Mira que sois animales, ¿pero no veís que están llorando?
- Pero...
- ¡Ni pero ni ostias! Ya podeís comportaros como monotremas civilizados y dejaís de hacerlos los machitos.
Estábamos confusos y aún más encabronados. ¡Claro que lloraban las niñitas esas! Un año entero aguantando comparaciones humillantes y ni siquiera nos podíamos desquitar. Empezamos a jugar, aquello ya no tenía ni puta gracia. Les dejamos anotar: una canasta. La celebraron como si hubieran ganado la NBA. Meses después llegaron las hormonas y todo se hizo aún más confuso.
Unos meses después hubiera sido de otra forma, pero todavía éramos seres despiadados: doce monotremas con diez años y un tanto ofuscados. El Zagloso jugaba al baloncesto. De su perfil como jugador, un Charles Barkley en miniatura, se hablará en otro momento.
No fue un buen año. Éra un equipo más bien bajito y eso, para jugar al baloncesto no ayuda mucho. La falta de estatura se suplía en parte con una mala leche innata. La entrenadora tampoco aportaba mucho. Tendría unos veinte años y supuraba conflictos interiores que ni comprendíamos ni nos importaban. Además de al Zagloso y sus compañeros se encargaba de un equipo de equidnas, a las que siempre ponía como ejemplo de pundonor y clase: "Las equidnas sí que se esfuerzan y no como vosotros, zopilotes". "Un día os las voy a traer para que aprendaís cómo se juega a esto, mamelucos". "Le ponen más ganas una panda de niñas, seguro que os arrasaban". Así todo el día.
Una mañana aparecieron las equidnas. La entrenadora veinteñera las había traído: quería que jugáramos un partidillo contra ellas. Teníamos diez años, odíabamos a esas equidnas y en la sangre aún teníamos más crueldad infantil que hormonas. El Zagloso y sus compañeros se miraron malvados: "se van a entererar las pijas estas y su entrenadora de lo que son capaces doce monotremas encabronados". Ese equipo jamás jugó más motivado: defendimos como fieras, corríamos como salvajes y todavía queríamos más sangre. Cuando terminó la primera mitad el marcador era apabullante: 34-0. Doce monotremas sin piedad, felices. La entrenadora ni se les acercó, sólo atendió a las princesitas esas. Comenzó el tercer cuarto. Igual: 46 a 0.
Los doce monotremas encabronados estaban felices, cual hienas con sangre chorreando de las fauces. Estaban satisfechos. Bebían agua con satisfacción cuando apareció la entrenadora veinteañera hecha una fiera.
- ¿Se puede saber a qué cojones jugaís?
- Al baloncesto. -espetó un gracioso.
- Ya estamos. Esto es un amistoso y estaís humillando a las chicas, so ceporros. Ya les podeís dejar meter alguna canasta. Mira que sois animales, ¿pero no veís que están llorando?
- Pero...
- ¡Ni pero ni ostias! Ya podeís comportaros como monotremas civilizados y dejaís de hacerlos los machitos.
Estábamos confusos y aún más encabronados. ¡Claro que lloraban las niñitas esas! Un año entero aguantando comparaciones humillantes y ni siquiera nos podíamos desquitar. Empezamos a jugar, aquello ya no tenía ni puta gracia. Les dejamos anotar: una canasta. La celebraron como si hubieran ganado la NBA. Meses después llegaron las hormonas y todo se hizo aún más confuso.
2/07/2007
Resolución
El Zagloso descubre qué era lo anunciado
El anuncio por el que se preguntaba era éste:
Por si la cruz blanca sobre fondo negro no ha dado la clave completa, aclaro que sí, que es un tanatorio de Papúa. Como suena. Nada mejor que un lema como "aprendamos a vivir" para que a la gente piense en morir. Hay que ser muy equidna para pensar algo así.
Ésta no es su campaña más fuerte. Hace unos meses, el Zagloso descubrió en la ventanilla del zaglosomóvil un folleto de esta misma empresa. En él se anunciaban bien grande sus ofertas: el Tana-pack (funeral más nicho a precio módico) y el Tana-credit (muera ahora y pague dentro de tres años). Ninguna campaña de tráfico apeló tanto a la prudencia jamás. Lo único comparable es obra de Ibáñez: "Usted fume, fume, fume y luego... Pompas Fúnebres Ñaca".
Gracias a todos los que intentaron resolverlo. Queda claro que no son de Papúa y, en ocasiones, no saben la suerte que tienen.
El anuncio por el que se preguntaba era éste:
Por si la cruz blanca sobre fondo negro no ha dado la clave completa, aclaro que sí, que es un tanatorio de Papúa. Como suena. Nada mejor que un lema como "aprendamos a vivir" para que a la gente piense en morir. Hay que ser muy equidna para pensar algo así.
Ésta no es su campaña más fuerte. Hace unos meses, el Zagloso descubrió en la ventanilla del zaglosomóvil un folleto de esta misma empresa. En él se anunciaban bien grande sus ofertas: el Tana-pack (funeral más nicho a precio módico) y el Tana-credit (muera ahora y pague dentro de tres años). Ninguna campaña de tráfico apeló tanto a la prudencia jamás. Lo único comparable es obra de Ibáñez: "Usted fume, fume, fume y luego... Pompas Fúnebres Ñaca".
Gracias a todos los que intentaron resolverlo. Queda claro que no son de Papúa y, en ocasiones, no saben la suerte que tienen.
2/06/2007
Papúa es asín
El Zagloso propone un acertijo
Iba paseando el monotrema por Papúa esta tarde y descubrió un anuncio enorme que promocionaba un servicio. Todo el reclamo era esta cita de Kurt Cobain:
Iba paseando el monotrema por Papúa esta tarde y descubrió un anuncio enorme que promocionaba un servicio. Todo el reclamo era esta cita de Kurt Cobain:
"El auténtico amigo es el que sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo."Invito a la audiencia a que adivine de qué era el anuncio. Como pista recordar que Papúa tiene una ideosincrasia especial, que existe un bar que se llama Miserias y cosas así, no se lleven luego sorpresas. Mañana la resolución.
Cita materna
Los genes del Zagloso tienen tela
La madre del Zagloso es una zaglosa asertiva que, a veces, y sólo a veces pronuncia verdades esenciales. Cena de la familia monotrema; el zaglosín (hermano menor) se retrasa: está al teléfono. Cuando llega, veinte minutos después, la Señora Zaglosa afirma:
La madre del Zagloso es una zaglosa asertiva que, a veces, y sólo a veces pronuncia verdades esenciales. Cena de la familia monotrema; el zaglosín (hermano menor) se retrasa: está al teléfono. Cuando llega, veinte minutos después, la Señora Zaglosa afirma:
"Hijo, una cosa es estar enamorado y otra ser gilipollas"
2/01/2007
Inquietud
La curiosidad mató al gato; el Zagloso tiene púas
¿Alguien conoce a alguna persona que haya adquirido cualqueira de los discos de Il Divo? El monotrema no y le llama poderosamente la atención que unos petimetres vendan tanto. Es cierto que puede que la gente no confiese adquirir cualquier cd de los herederos tenores de Luis Cobos, pero el Zagloso tiene curiosidad por saber cómo son.
¿Alguien conoce a alguna persona que haya adquirido cualqueira de los discos de Il Divo? El monotrema no y le llama poderosamente la atención que unos petimetres vendan tanto. Es cierto que puede que la gente no confiese adquirir cualquier cd de los herederos tenores de Luis Cobos, pero el Zagloso tiene curiosidad por saber cómo son.
