5/29/2007
Fragmentado
El Zagloso se enfrenta a páginas en blanco
El monotrema no tiene mucho miedo a las páginas en blanco. Todo es cuestión de empezar. Después de unos días intensos pero de final feliz decidió dar un paseo por una librerías por algo breve pero contundente porque no está para grandes esfuerzos. Así, se compró un libro de Raymond Carver, unos relatos cortos, "Si me necesitas, llámame".
Por la noche, el monotrema se puso a leer. Al principio bien, pero de repente tras la página once no había página doce ni trece, pero sí catorce. Eso obligaba al protagonista, que en ese momento "sacaba un bolígrafo" a dar un salto inimaginable: "Sacaba un bolígrafo *** de Sol". El Zagloso pensó en un bic cristal derretido y retorcido y se sintió confuso e inseguro. Agarrándose a un poco de valor, deció continuar, pero tras la diecisiete no había página dieciocho ni diecinueve. Entonces Sol, que resultaba ser un personaje, hacía la compra: "huevos, café y *** los pies encima de la mesa". Ante la imposibilidad de adquirir en el Carrefour un par de kilos de pies encima de la mesa, el monotrema decidió ser lógico: esta mañana se ha ido a la librería y ha cambiado el libro por uno que esté completo y en el que el relato se sigue de forma coherente.
El Zagloso siente una inmesa tranquilidad al saber que el bolígrafo salió de bolsillo y que además de huevos y café, compró pan y tomates. Estaría bien poder rellenar todas las páginas en blanco con esa facilidad.
El monotrema no tiene mucho miedo a las páginas en blanco. Todo es cuestión de empezar. Después de unos días intensos pero de final feliz decidió dar un paseo por una librerías por algo breve pero contundente porque no está para grandes esfuerzos. Así, se compró un libro de Raymond Carver, unos relatos cortos, "Si me necesitas, llámame".
Por la noche, el monotrema se puso a leer. Al principio bien, pero de repente tras la página once no había página doce ni trece, pero sí catorce. Eso obligaba al protagonista, que en ese momento "sacaba un bolígrafo" a dar un salto inimaginable: "Sacaba un bolígrafo *** de Sol". El Zagloso pensó en un bic cristal derretido y retorcido y se sintió confuso e inseguro. Agarrándose a un poco de valor, deció continuar, pero tras la diecisiete no había página dieciocho ni diecinueve. Entonces Sol, que resultaba ser un personaje, hacía la compra: "huevos, café y *** los pies encima de la mesa". Ante la imposibilidad de adquirir en el Carrefour un par de kilos de pies encima de la mesa, el monotrema decidió ser lógico: esta mañana se ha ido a la librería y ha cambiado el libro por uno que esté completo y en el que el relato se sigue de forma coherente.
El Zagloso siente una inmesa tranquilidad al saber que el bolígrafo salió de bolsillo y que además de huevos y café, compró pan y tomates. Estaría bien poder rellenar todas las páginas en blanco con esa facilidad.
Etiquetas: literatura
# posted by Zagloso @ 11:33 a. m. 
Comments:
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Anna, no digo yo que no, pero la seguridad se agredece.
Xhaggi, cuando acabe el libro te digo ;-)
Merisuan, no es mala idea la de ir completando las cosas poco a poco, pero es cansada...
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Xhaggi, cuando acabe el libro te digo ;-)
Merisuan, no es mala idea la de ir completando las cosas poco a poco, pero es cansada...
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