4/10/2007

 

Evelin

El Zagloso y las azafatas de Air Berlín

El monotrema se montó el otro día en un avión de Air Berlín. Como se trata de una línea aérea alemana, las aeromozas o azafatas, que de ambas formas pueden llamarse, son tan teutónicas como cabría esperar.

Una tripulación de azafatas germánicas se enfrenta a todo un reto en un Boeing repleto de papuanos y un equipo de fútbol juvenil asturiano. Nada más verlas, el monotrema se imaginó a Ángela Merkel, ese personaje injustamente ignorado por el Hombre Invisible. La que saludaba en la puerta sonreía de forma eficientemente forzada. Su "hola" era tajante pero afectuoso. Pero ella no era la mejor: la mejor era Evelin.

Como cabría esperar de tan teutónica mujer, Evelin era rubia; nariz ganchuda y gesto severo. Sin duda se trataba de una descendiente directa de la bruja de Hansel y Gretel. Ella era la que revisaba el perfecto estado del pasaje antes del despegue y jamás el monotrema fue más formal en un vuelo. El equipo de futbol asturiano quedó mudo con una sola mirada; cerraron ellos solos los compartimentos y pusieron el respalo en posición vertical sin mediar palabra. Un joven perroflauta que dejó una bolsa bajo el asiento fue duramente reprendido en una mezca de inglés y alemán inefable; ¡ay de quien se olvidara el mp3 encendido! No hubo prisioneros.

Evelín después agarró el micro: "Evelin desea un feliz trayecto a aquellos a quienes no se lo hayan deseado todavía". A los demás no; Air Berlin no derrocha los buenos deseos: uno por pasajero basta. El Zagloso esperaba verla hacer el bailecito de las salidas de emergencia, pero todo se redujo a un vídeo. Decepcionado, se durmió un ratín, por lo que no pudo contemplar cómo Evelin repartía las galletitas de mierda que dan en Air Berlín, pero que son mejor que nada. En el aterrizaje, todo el pasaje se dispuso sin mediar palabra tal y como mandan las mejores normas de aviación: ella revisó severa y puntillosa cada asiento. Detrás de sus ojos, el monotrema notó tristeza.

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Comments:
Es que me jode cuando los personajes reales hacen más gracia por sí que cuando hago fotomontajes.
Hombreyá con la realidad, coñe.
 
"Evelin desea un feliz trayecto a aquellos a quienes no se lo hayan deseado todavía".

Jo, menuda frase.

Si la lees detenidamente, además, da para mucho.
 
Lo guay de Air Berlin son sus bocatas y los mensajes de de sus azfatas. En un vuelo, la germana soltó por el audífono:
"Queridas señoras, queridos señores, queridos niñas y niños, Air Berlín les desea un muy feliz vuelo..."

Hay otras veces en los que los pilotos son tan germanos que intentan hablar español y les sale un ruido similar al de mascar chicle.
 
El bocata de queso es una maravilla gastronómica.
O yo estaba muerto de hambre, no recuerdo bien.
 
A mí me encantó la charla de seguridad en castellano de Easyjet:

" En el improbable caso de que tuvieramos que aterrizar en el agua..." "en el improbable caso de que se despresurice la cabina...", y todo esto con voz de cuento, palabrita del niño Jesús...
 
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