10/06/2006

 

Tú eliges macho

El Zagloso descubre secretos de la masculinidad

Hay dos cosas que un hombre* no cambia en la vida. Son dos elecciones que se toman en la pubertad o adolescencia y que se mantienen para siempre. He buscado bibliografía al respecto en todo manual del buen psicoanalista y no he hallado nada, pero si esto lo pilla un hijo de Freud se forra.

El tipo de calzoncillos y la madre

Un tipo convencional usa boxer o slips, no hay mucho más: luego hay marcas, colores, distintos grados de ajuste... pero es lo que hay. El tanga no es de tipos convencionales y no llevar ropa interior tampoco. Ojo, todo hombre tiene de los dos tipos en su cajón, pero siempre prefiere una de las dos clases, no conozco a nadie que los use indistintamente.

Todo hombre fue un niño y a todo infante ¿quién le compra los calzoncillos? Su madre. De hecho, un gran avance a la madurez es cuando te deja de comprar los calzonzillos el ser que te parió. En un primer momento de desarrollo infantil no hay opciones a la negociación, luego hay un momento en el que se te consulta cómo les prefieres y, una vez superado ese segundo estadio, cuando ya hay un tipo de prenda íntima definida, te los compras tú mismo.

La madre estás detrás de que un hombre lleve los huevos y el miembro aplastados y bien guardaditos, seguros ante amenazas exteriores. La mano materna también decide que un machote lo lleve todo colgando a su libre albedrío y con la pata del boxer arrebujada por ahí. Como he dicho antes, freudianamente esto es impagable.

El método de afeitado y el padre

La otra cuestión inmutable es el mecanismo de afeitado. Hay un momento clave en la vida de todo púber que es en el que tu padre te dice: "Afeitate ese bigotillo de mierda" o expresión análoga. Generalmente una tía o un progenitor te ha regalado un utensilio de afeitado que servirá para las primeras ocasiones, pero a la larga, un macho actúa por imitación paterna. Otro elemento que influye es la economía: ¿para qué voy a comprar cuchillas si las puedo gorronear?

Bien, sea a maquinilla eléctrica o sea con cuchilla, un hombre tiene que afeitarse y su padre no le dirá primero haz esto y luego lo otro. No, todo lo más algún consejillo cuando te vea con la cara deshollada. Claro, que no está mal compensar con la pérdida de sangre de los primeros rasurados el exceso de testosterna de esos años. Algo tendrá que ver Edipo con abandonar a un quinceañero con la misión de pasarse un objeto tremendamente afilado cerca de su yugular.

Francamente, se puede saber más sobre un hombre o monotrema viendo su cajón y el armario de cuatro de baño que con decenas de cafés.

* Nos referimos a un macho hetero y no metrosexual convencional.

Comments:
mi caso es raro: he sido yo quien le ha enseñado un método de afeitado a su padre. como los dos tenemos barba, le descubrí la maquinilla eléctrica esta q tb sirve para cortar el pelo. demasiada tecnología para un padre...
 
completamente de acuerdo en lo de los calzoncillos, pero aún hay algo más: ¿por qué una mujer en calcetines y bragas es estimulante, erótico y desde luego no te ries de ella si la ves de tal guisa, y en cambio, dios te libre de quedarte delante de una mujer en calzoncillos y calcetines porque sus risotadas te humillarán eternamente?
 
Que va hombre!!
Estimulante no es,vale, pero tierno es un rato.
 
Edu, lo suyo es un triunfo edípico: ha afeitado al padre. El colegio de psicólogos estará triste. Menos mal que lo compensaré yo con la imagen de una platija en calzonzillos. Maldita imaginación visual.
 
El problema de todo esto es que Mamá Invisible regenta una mercería. La madurez en este caso es un acto de rebeldía y un rechazo del sistema económico establecido.
 
Platija, puede que una mujer no, pero un gato en bragas y calcetines da risa. Mucha.

Me ha encantado lo de "Afeitate ese bigotillo de mierda". De verdad.

Pero me acabas de poner en un brete ¿qué pasa con el hetero al que le compra los calzoncillos su éstoquesomoslasamancebadas? Si en lugar de ese tejido suave, flexible y fresco compramos unos calzoncillos de abuelo con la goma apretada, ¿se interpretará freudianamente también?
 
Ufffffffff. Gato, medite sobre ello, pero tiene una y clarísima: maternidad transferida.
 
Estoy hasta dónde. Sobre todo porque seguro que la culpa es MÍA.
 
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