10/24/2006

 

Movidas del siglo X

El traidor era Marquitos, todos le llaman traidor

Le ha llegado al Zagloso un libro raro raro: una recopilación de todos los romances de Papúa recogidos por investigadores que preguntaban a los monotremas pueblín a pueblín. El libro lo he conseguido a través de ese gran invento llamado
iberlibro y de una librería de viejo en Barcelona.

El monotrema se ha acordado de cuando conoció a una mujer increíble. Se llamaba Dolores, tenía 86 años, y vivía en un pueblecito de Papúa. Aún a esa edad tejía utilizando un enorme telar de varios metros de largo que manejaba con la soltura con la que usted mueve el ratón. Esa señora, que apenas leía, recordaba de memoria centenares de poemas que le había recitado su madre mientras tejían mantas, que es lo típico de allí. Boca a boca, madre e hija, algunos de esos romances han sido rastreados hasta el siglo X.

El Zagloso todavía se acordaba de memoria del inicio de éste, que le había escuchado a Dolores. Es una especie de Aquí hay Tomate versión año novecientos y pico y en octosílabos. Bueno, en realidad es más para un programa de sucesos. Ya perdonarán. Ojo con Catalina.

Marquitos

El traidor era Marquitos, -- todos le llaman traidor,
por dormir con su señora -- ha matado a su señor.
Abre puertas Catalina -- ábrelas mi lindo amor.
No te las abriré, Marcos, -- no está en casa mi señor.
Tu señor quedaba preso -- n`esa ciudad de Aragón,
vengo en busca de dinero -- pa deshacer la prisión.
Catalina, como diestra, -- sus puertas trancó mejor;
Marquillos, como valiente, -- al suelo se las tiró.
Siete vueltas dio al palacio, -- con Catalina no halló;
de las siete pa las ocho -- ya a Catalina encontró;
la viera de estar llorando -- debajo de un escalón.
¿Por qué lloras, Catalina, -- por qué lloras, lindo amor?
Lloro por el mi marido, -- que me lo matasteis vos.
Y si lloras, Catalina, -- también vos mataré a vos.
Siete camisas que tengo, -- yo te daré la mejor,
siete vestidos que tengo, -- yo te daré el mejor.
Le mandara hacer la cena; -- ya se la hizo y cenó.
Le mandara hacer la cama, - - y él con ella se acostó.
S` otro día a la mañana - - Catalina madrugó:
Subiráste en aquel alto, - - n` aquel alto corredor
y allí verás tus criados - - si trabajaban o no;
allí verás la truchita - - cómo llamaba al salmón
y allí verás la paloma - - cómo llama al perdigón.
Catalina, como diestra, - - a la mar honda lo tiró;
Marquitos, como valiente, - - de los remos se agarró;
Catalina, como diestra, - - ya los remos le cortó.
Al cabo de nueve meses - - ya Catalina parió;
pensó de traer hija hembra - - y trajo un hijo varón;
llamara curas y fraires, - - rico bautizole armó.
S` otro día a la mañana - - subió al alto corredor,
allí cogiera su niño - - y a la mar honda lo tiró.
Ahí vaigas tú, mi hijo, - - vaigas con mi bendición;
no quiero que quede casta - - de aquel gran falso traidor.

Comments:
Madre de Dios! Es digno de aparecer en El Caso. Y tiene toda la pinta de estar basado en hecho reales.
 
Uhhh! A esta mujer le ha dado un viento. Hechita polvo de la cabeza. Ay que ver, las cosas de la vida.
 
Pues qué me decís de la Parrala que además de ligerita en su época, le daba al frasco...:

La Parrala, disen que era de Moguer,
otros asegura que fue de La Palma,
pero nadie pudo de fijo sabé
de dónde sería Trini la Parrala.
Las malas lenguas decían
que las claritas del día
siempre la daban bebiendo,
pero ninguno sabía
el porqué de la agonía
que la estaba consumiendo.
Unos decían que sí,
otros decían que no,
y pa dar más que decir
la Parrala así cantó:
Que sí, que sí, que sí, que sí,
que a la Parrala le gusta el vino;
que no, que no, que no, que no,
ni el aguardiente ni el marrasquino.
Que sí, que sí, que sí, que sí,
que si no bebe no pué cantá,
que no, que no, que no, que no,
que sólo bebe para olvidar.
¿Quién me compra este misterio?
Adivina adivinanza;
¿Por quién llora, por quién bebe,
por quién sufre la Parrala?
Dos hombres riñeron una madrugá
dentro del cormao
donde ella cantaba,
y el que cayo herío dijo al expirar:
"Por tu curpa ha sío,
Trini la Parrala".
Los jueces al otro día
a la Trini preguntaban
si a aquel hombre conocía,
y la Trini contestaba:
"Yo no lo he visto en mi vía
ni sé por qué lo mataban".
Unos decían que sí,
otros decían que no,
y para dar más que decir
la Parrala así cantó:
Que sí, que sí, que sí, que sí,
que la Parrala tiene un amante;
que no, que no, que no, que no,
que ella no quiere más que a su cante.
Que sí, que sí, que sí, que sí,
que si no bebe no pué cantá,
que no, que no, que no, que no,
que sólo bebe para olvidar.
¿Quién me compra este misterio?
Adivina adivinanza;
¿Por quién llora, por quién bebe,
por quién sufre la Parrala?.

León - Valerio - Quiroga

perdón por un comentario tan largo pero... es que...vaya tela...
 
Todo romance se basa en hechos reales, Perli, bueno, en teoría claro. Gato, pobrina Catalina, la matan al marido, la violan y la dejan preñada, normal que se le vaya el perolote. Además en el siglo X eran muy suyos.
 
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