10/23/2006
Berlanguiana
El deán de la Catedral de León interrumpe la misa por lo mal que cantan los niños:
«Debo pedir disculpas a los asistentes por algunos fallos que se observan en la música de la Escolanía, que es una vergüenza para una Catedral».
Los padres, indignados, se llevan a los niños en medio de la celebración. La presidenta del coro afirma que no van a volver, después de haber sido "humillados públicamente" y achaca el incidente a que el religioso se quedó en blanco en medio del sermón y los niños intervinieron para "romper el silencio". El deán replica: "Que una escolanía que lleva cinco años no sea capaz de cantar ni de echar la voz del cuerpo, es vergonzoso. Si además eso se lleva a la Catedral, a la misa de doce, me pareció poco digno. A duras penas continué la misa hasta el final, en medio de las protestas y de los murmullos de la gente".
Cuando el coro abandonó el púlpito, el público irrumpió en cerrada ovación. La mitad de los feligreses se quedó en su sitio, el resto acompañaron a los infantes a la puerta del templo donde . El Zagloso se despanzurra de la risa. El espíritu de Berlanga habita en León. La información completa en Diario de León.
«Debo pedir disculpas a los asistentes por algunos fallos que se observan en la música de la Escolanía, que es una vergüenza para una Catedral».
Los padres, indignados, se llevan a los niños en medio de la celebración. La presidenta del coro afirma que no van a volver, después de haber sido "humillados públicamente" y achaca el incidente a que el religioso se quedó en blanco en medio del sermón y los niños intervinieron para "romper el silencio". El deán replica: "Que una escolanía que lleva cinco años no sea capaz de cantar ni de echar la voz del cuerpo, es vergonzoso. Si además eso se lleva a la Catedral, a la misa de doce, me pareció poco digno. A duras penas continué la misa hasta el final, en medio de las protestas y de los murmullos de la gente".
Cuando el coro abandonó el púlpito, el público irrumpió en cerrada ovación. La mitad de los feligreses se quedó en su sitio, el resto acompañaron a los infantes a la puerta del templo donde . El Zagloso se despanzurra de la risa. El espíritu de Berlanga habita en León. La información completa en Diario de León.
# posted by Zagloso @ 9:50 a. m. 
Comments:
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Supongo que algo de razón tiene cada cual. Pero, el deán debía haber previsto que la mitad de su feligresía no eran practicantes, sino padres orgullosos.
De todos modos, el submundo de los coros es digno de estudio. Imagino que una coral es la NBA de los coros de iglesia, pero un gato maullaba en el coro de la iglesia de su pueblo, que se aderezaba con dos guitarras, un laúd y una bandurria; y con el espejo del tiempo descubre que aquello no tenía precio.
De todos modos, el submundo de los coros es digno de estudio. Imagino que una coral es la NBA de los coros de iglesia, pero un gato maullaba en el coro de la iglesia de su pueblo, que se aderezaba con dos guitarras, un laúd y una bandurria; y con el espejo del tiempo descubre que aquello no tenía precio.
Gato, ese es otro de los argumentos del deán: "Ese coro valdría para una parroquia de pueblo, pero esto es la Catedral". Por cierto, que me he enterado de que el mismo deán alertaba hace poco sobre las costumbres de ciertos políticos que "fuman hierba", intuyo que socialistas...
Qué manía. Pero si ya lo dijo aquél en los evangelios: A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es de César. Y estos curas, en lo que les da por intervenir...
Y previsión. Que esos niños luego tendrán que elegir en qué casilla poner la X.
Zaglosu, me spameo, que hace tiempo que no me spameo por aquí: la noticia.
Ya perdonarás.
Zaglosu, me spameo, que hace tiempo que no me spameo por aquí: la noticia.
Ya perdonarás.
Gato, a dios lo que es de dios y a los guajes adiós, que viene a dar igual. La armonía o la educación. No se crea que no es mal dilema. Neblina, el problema me temo es cuando los humillados son los padres.
Anómalo, qué gran día será para ozu cuando el zagloso se espamee allí y no viceversa.
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Anómalo, qué gran día será para ozu cuando el zagloso se espamee allí y no viceversa.
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