8/23/2006

 

El sabandija

El Zagloso es un tipo extraordinario que no necesita que se lo recuerden

En el mundo hay unos seres tremendamente infelices. Tipos que están convencidos de ser los más guapos, los más listos y los más chachis. Su único problema es que el resto del mundo sabe que son unas absolutas sabandijas y tienden a ser bastante feos.

Estos seres, a los que a partir de ahora me referriré como "el sabandija", terminan odiando al mundo. Nadie normal reconoce su belleza e inteligencia, así que creen que el resto de la Humanidad está compuesta de seres estúpidos y mezquinos. Este pensamiento refuerza su seguridad sobre lo listos y guapos que son.

Lo mejor que le puede pasar al sabandija es que tope con un ser más arrastrado que él: dos sabandijas no se anulan, se potencian. El Zagloso cree que existe una enzima que les permite reconocerse. Adoptan posiciones jerárquicas entre sí. El líder de las sabandijas verá por fin reconocida su valía: el resto del avispero le recordará lo listo y guapo que es. El sabandija arrastrado estará feliz porque en el redil se sentirá amparado para enfrentarse contra ese mundo poblado de imbéciles. Desde su propio colectivo son tipos bastante cruéles: típico abusón de patio de colegio venido a más (aunque en su niñez el sabandija tendía a ser receptor de las mayores collejas).

He hecho cierto hincapié en que los sabandijas se creen guapos. Gracias a esta cualidad, no compensada por la realidad, es más sencillo reconocerles. La moda sabandija suele implicar ir más arreglado de lo necesario en toda la situación pero, eso sí, con ropajes absurdos. Ejemplo: zapatos castellanos con borlas. Si ven a un tipo engominado y con borlas es un sabandija fijo.

Para ayudarles en la identificación de posibles sabandijas, el Zagloso les dará dos ejemplos claros: José María Aznar López y Kevin Costner. Miren a su alrededor y verán más. Una última recomendación: pasen de ellos, manténganse al margen, pero si un día pueden pisarlos, aniquilarlos... no tengan clemencia.

Comments:
Por un momento he creido visualizar a toda la plana mayor del PP. La visión se me ha confirmado con Jose Mari. También puedes incluir al sector turístico... en general. Son todos de la misma especie.
 
Creo que el marido de una compañera es un sabandija. Aparte de un pedantillo. La noche de la inauguración me pilló por banda para tener ocasión de explicarme lo interesante que era mi propio trabajo, y no me permitía escuchar a nadie más - esa situación me saca de mis casillas-. Iba vestido de modernoso pero con cierto aire reminiscente de pijito de Levis 501 y polo lacoste remetido por dentro con cinturón... Era tremendamente vulgar y estoy segura de que se creía superior a la media en inteligencia y guapura.
 
Perlita, no toda la plana mayor del PP. Acebes sí, Mariano no se cree más listo que los demás (sólo que Zapataro) y Zaplana no necesita que le digan que es guay: es un guay. La ministra Truquillos sí entra en la categoría sabandija e intuyo que Montilla.

Gato, describes a un sabandija de libro. Písalo.
 
A sus órdenes, Zagloso. Si se trata de cosas así, es un placer la obediencia, juasjuas.
 
Que bien se queda uno cuando se desahoga, eh? Porque tú hoy te has topado con un sabandija de tomo y lomo que te provoca úlceras. Seguro.
 
Sí, me he tompado con uno enorme y sí, me he quedado tan agusto. Eso sí, le he puesto mi mejor sonrisa cínica y he pasado de él mil, pero luego he tenido que desahogar.
 
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