7/17/2006

 

La memoria de Margarita

Al Zagloso le contaron esta historia hace algún tiempo

Anastasia y Jacinto tenían unos cincuenta años en 1936. Vivían en un pueblo del norte de Cáceres, Navalmoral de la Mata, y eran propietarios de una hacienda mediana, lo que les convertía en unos privilegiados. Durante la dictadura de Primo de Rivera les había ido bien pero no habían acogido mal la República, al contrario. Eran hacendados liberales. Margarita era una de sus cuatro hijas. Entonces tenía 22 años y había ido desde los quince a la Casa del Pueblo de la UGT. Se había educado allí, con los jornaleros y los obreros del pueblo. No se había afiliado al sindicato, pero era la única de la familia que se había mostrado de izquierdas.

Como el pueblo cayó rápido en manos de los sublevados, los dos hijos varones y los dos yernos de Jacinto y Anastasia combatieron en el bando traidor a la legalidad republicana. Aún así, no pudieron evitar pasar por una cárcel franquista cuando terminó la guerra. Ninguno de los cuatro se libró del proceso de reeducación guiado por la Iglesia y Falange.

El nuevo gobierno estableció tras la Guerra un periodo para cambiar la moneda republicana por el nuevo dinero, billetes de la Cruzada. Jacinto se negó a efectuar el cambio. Creía que la única legalidad posible era la de la Constitución de 1931. Fue su manera de permanecer leal. La familia perdió todo su dinero. En los años sesenta, Anastasia todavía enseñaba a sus nietas, hijas de Margarita, una caja de latón con 25.000 pesetas en billetes dentro: "¡Aquí están nuestras riquezas!". Su hija Margarita había emigrado con su marido a Madrid y vivían entonces en un piso en Usera.

La historia me la contó Margarita hace un par de años en el zaglosomovil. Vio que llevaba en el llavero un real republicano y se puso a llorar. La mujer, que entonces tenía 90 años, todavía creía que su militancia en UGT había causado la ruina de los suyos. Ninguno de sus tres hijos sabe, aún hoy, que su madre había sido socialista.

El Zagloso recupera su historia porque esta noche se cumplen 70 años del 18 de julio.

Comments:
q leonés es esto de recuperar la memoria histórica! ;D

zagloso, conocéis un libro que ha salido hace poco con diarios de la guerra? mañana os posteo la referencia, que me lo regalaron hace poco y está muy bien, incluyendo testimonios de fascistas, azañistas y ácratas.

merece la pena leerlo.
 
Lo que a mí me deja absorta es saber que sique habiendo huella del enfrentamiento, en los corazones de la gente. Y si no, mira las lágrimas de Margarita y su silencio con los suyos...

Sé de abuelos de amigos que aún hoy no se hablan por pertenecer a los bandos contrarios... Pecados hereditarios.
 
Mi abuela está horrorizada con Zapatero. Lo que no me extraña cuando me cuenta que vivió en sus carnes la revolución del 34 en Asturias. Mi abuela tenía 14 años y estaba en un hospicio de monjas. Me contaba que por las noches los republicanos acampaban en las puertas del orfanato, hacían fuego y les gritaban lo que les iban a hacer cuando las pillaran.
Mi abuela estaba aterrada, y no es para menos.
Las guerras son una mierda para todos. Da lo mismo, te pillen donde te pillen te hacen trizas.
 
Perlita y Gato, a mi me parece lógico que quien lo vivió mantenga huellas. El problema aparece cuando se cimenta la reconciliación en el silencio y sólo en el silencio. Mi abuela me enseñó que las heridas cicatrizan mejor al aire, escuecen más al principio, pero cierran más rápido y mejor.

Chav, yo le recomiendo Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, de Ronald Fraser, me parece lo más sensato que se puede leer sobre la Guerra Civil.
 
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